22 de marzo de 2011

Urbanizando

El sábado nos juntamos un puñado de chalados con sus locos cacharros para dar una vuelta por la zona de Aralar más cercana a Lizarrusti. La vuelta propuesta por Pert la veo muy interesante y abarca área inexplorada por nosotros.


El día amanece gris, lo que le da un ambiente inhóspito a unos bosques que parecen sacados de una novela de miedo.



Los comienzos de la ruta son duros con tramos ciclabes enlazados con porteos en laderas fandangosas y arroyos con puentes traicioneros. Es todo un placer meter los pinreles a remojo y después pasar todo el día criando berberechos...



Tras la primera "bajada" toca remontar pero debido a la hidratación del terreno Pert prefiere subir por pista para no morir en el intento.


Tras un rato de pista facilona toca lo que nos gusta...mimetizarnos con el entorno disfrazandonos de árboles con los biciclos a cuestas.


Perdidos en la niebla



Los tramos sencillos enlazan con otros algo más técnicos creando una sección glosiosa.
 

Lo peor del día viene cuando nos percatamos de que la Calzada de Enirio se ha convertido en el camino de Dorothy del Mago de Oz...otra de las injusticias que nos encontramos en nuestros montes empeñandose en urbanizar el monte.

Tras el GR-121 a su paso por Jaizkibel, esto es la segunda actuación del mismo tipo en Gipuzkoa. En este caso la eliminación de la calzada original empedrada pasa a convertirse en un camino de 1 metro de anchura de grava liso como el pasillo de mi casa y que elimina el romanticismo de un entorno como Aralar.



Una vez sobrepasadas las bordas de Enirio, la pendiente se acentúa y en poco rato se alcanza el refugio de Igaratza.


En lo alto hace acto de presencia la nieve y una vez más la niebla nos envuelve.



La parte alta es una alfombra...llena de piedras. Al introducirnos en el bosque aparece la senda que tras kilómetros de bajada nos conduce al punto de partida donde nos espera una merienda a base de paella, cuajadas y amenizada por lo cánticos de las gentes del lugar que celebran el día de San José.

Una pena no haber tenido más tiempo para quedarnos a la cena...según dijeron, a base de guiso o estofado y terminando con bailables "agarraos".


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