18 de septiembre de 2012

Atlas I



Diciembre 2011. Toubkal con deslizaderas.

Tras una primera incursión por territorio marroquí a finales del 2011 comprobamos las posibilidades de este país para el esquí, senderismo, bici de montaña y como no, para el bicimontañismo. Por eso planteo el alto Atlas como destino para este viaje.



Oihana con el Toubkal el pasado mes de Diciembre.

Las posibilidades que brinda Marruecos son infinitas, pero para este viaje tenía una cosa clara, unir el tipo de bici que nos gusta con el verdadero espíritu del país...Para ello tendíamos el apoyo y el asesoramiento de Lahcen Bouredda, el mejor guía de la zona.

Inicialmente Lahcen propone una ruta circular con un exceso de pistas y muchos kilómetros por día y al trazar el recorrido compruebo que no es el concepto de ruta que busco. Por eso le lanzo una propuesta que había trazado en Gugelerz. Su respuesta fue: "Difícil con bici"...Justo la contestación que esperaba. Y tras unos retoques en el trazado con su asesoramiento, queda la obra finalizada.

Tras un viaje con los nervios lógicos del trajín de montar y desmontar las bicis en furgonetas y aviones, llegamos al aeropuerto de Marrakech y al ver que las inmensas cajas de cartón con los biciclos aparecen por la cinta del equipaje, respiramos tranquilos.

 

Carga de bicicletas Maroc Style.


Lancen define las etapas con gran maestría. El primer día realizamos un bucle de para acostumbrarnos a la altura y durante la travesía, cada día dormiríamos en un punto más elevado, con la finalidad de aclimatarnos y poder afrontar el objetivo final con dignidad, el Toubkal.


Comienzo de ruta. Porteo al estilo marroquí.



Primera ascensión del día. 700 metros de bici en mula. ¡Todo un lujo!



5 muleros con sus 5 mulas nos evitan portear los biciclos como acostumbramos. 



Caminando entre sabinas.



A partir de aquí toca dar pedales.



El entorno encandila a todo el grupo y el sendero sorprende por un trazado tan natural.



Siguiendo la ruta de las cataratas.



Antonio con Tizi Ouseem al fondo.



El Jipi bajo observado por dos mujeres bereberes.



Comida a mitad de ruta...sin comentarios!!!



Disfrutando del paisaje en un descanso a mitad de la segunda bajada de la jornada.



Asier llegando a Imi Ourhlad.



El bar del pueblo.



Sendero colomán de vuelta a Imlil.



Ciclamos por los caminos que los autóctonos usan para desplazarse de un pueblo a otro.



Niños jugando cerca de Imlil.



Y para terminar el día, un estupendo Tallín de cordero elaborado por nuestro cocinero, Alí...Un tío muy majo, atento y gran montañero, que andaba por el monte casi al mismo ritmo que nosotros en bici.

A partir de este primer bucle de "adaptación", nos toca afrontar la gran vuelta, con ayuda, eso sí de las mulas, muleros y de nuestro fiel guía, Lahcen.