22 de junio de 2011

Fortaleza inespugnable

Este macizo se mire por donde se mire parece inespugnable, y a golpe de pedal aun más. El desnivel a salvar desde el fondo de los valles es más de 2000 metros, lo que da como resultado ascensiones más duras que al Aneto o tresmiles de mayor entidad.



Scott compañero del día

La grupeta parece que será de 4 pero un sallentino y un argentino huyen como chinches en el último momento quedando solos contra la fortaleza el Gran Johnson y un servidor. Puede ser que el Manchesteriano por efecto del Jet-lag esté un poco descolocado y no haya estado habil para el abandono del buque...aunque conociéndolo, se que estas cosas le gustan más que a un Jabalí una charca!



Tramos suaves.


El punto de partida está apenas a unos 600 metros desde donde se toma la carretera unos momentos para abandonarla por una pista que discurre por un angosto barranco que ruge por el salto del agua del deshielo de poza a poza. Hasta los 1200 metros nos encontramos buen firme que se convierte en una empinadísima senda que gana altura sin descanso obligando al porteo de los biciclos por un piso resbaladizo.



Paraiso natural.

El camino poco a poco pierde pendiente dentro del bosque y tras unos cientos de metros ciclables se sale a un plateau, como dicen los francaises, rodeado de afiladas agujas y escarpadas laderas. El agua cae con violencia por todas las laderas y tenemos la sensación de que el hombre no ha llegado allí todavía aunque algún refugio dice lo contrario.




A lo largo del llano podemos avanzar montados aunque lo hidratado del terreno y la ausencia de sendero claro nos hace trabajar cada pedalada.



Dejando atrás la zona baja, avanzamos por lo pelado de los pastos de altura.

Al poco tiempo volvemos a adentrarnos en otro hayedo, esta vez con camino claro que desaparece al llegar a un arroyo. Desde ahí vuelta a portear otros 20 minutejos con los hierros a la espalda y después paramos a almorzar en las inmediaciones del segundo refugio del valle. A estas horas estamos a más de 1700 metros quedando menos de 400 para nuestro objetivo.



Para ganar el siguiente collado hay que trazar una larguísima diagonal con varias sendas de ganado que aparecen y desaparecen a distinta altura haciendo complicado progresar, pero con las impresionantes vistas, se pasan las penurias.



Hacia el último collado



La "conquista" del collado es emocionante ya que se alcanza pedaleando dando acceso a un hermoso balcón.



Bonito ibón.



Lac



Últimos metros en presencia de un coloso del Pirineo.

Adivina adivinanza...estamos a 2200, el coche a 600, una senda, una bici, ¿y ahora que toca?...DAUNJIL!!! El comienzo de la bajada asusta ya que el camino enfoca a un cortado de unos cuantos cientos de metros que los esquiva en el último momento para buscar un ancho y pedregoso canal que desemboca en un cono de deyección con bloques como coches.



Comienzo de la bajada

Lo más sorprendente de todo es que la ciclablilidad es muy elevada, eso si, a costa de echarle un par de huevos más a la tortilla.



Al abandonar la pedrera aparece de nuevo el sendero, bastante técnico y con mucha trampa en la que Scott parece encontar un par de billetes de 10€...pero no, eran alucinaciones generadas por el baqueteo.



Bonitos pastos de altura



Decidiendo para donde bajar

Llega un punto donde hay que decidir entre dos bajadas...un dilema! Nos decantamos por la segunda opción. En un principio nos asombra la perfección de un camino de la anchura perfecta que alterna campas de hierba con bosque. ¿Existirá la senda perfecta?



La senda perfecta

Tras unos 10 minutos de circular por la Claudia Chifer de los senderos llegamos a otro bonito refugio, donde podemos comprobar, como en los dos anteriores que son perfectos para pasar una noche en un lugar idílico. Con sus camita, su mesita, sus sillitas y donde no falta el hogar con madera cortada...parece la casa de Jansen y Gretel. Habrá que tramar el pasar una noche en ruta.



Desde este refugio hay un tramo confuso sin senda definida pero a los pocos metros, en el límite del bosque reaparece claramente el camino, esta vez parece que de peor calidad, más ancho y con pozos de barro. El ganado discurre con asiduidad y lo han machacado más que la parte alta. Adiós a la Chifer!

A partir de aquí el camino continúa por dentro de bosque y ya no es tan espectacular como lo que hemos disfrutado hasta ahora.



Llegando a la repúbloca más pequeña del mundo.








1 comentario:

  1. Muy bueno todo eso. Las fotos y vustra resistencia!!! Lo hé hecho este verano tambien y quisas el proximo fin de semana. Pero solamente desde de Laruns. ¿Es posible tener el GPS tu carrera por favor?

    Nico.ila

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