Etxalar

Diario de un Extraterrestre, 19 de Enero:
Tras estrellarme en la cochera de los López me he adaptado bien a la familia que ha acogido y desde hace semanas me llevan diciendo que no me podía perder la famosa Tamborrada. El miércoles por la noche descubrí de lo que se trataba observando a los terrícolas de la ciudad vestidos con ridículos trajes de cocineros con cara seria aporreando unos cajones de madera de diferentes tamaños. Otros están disfrazados de militares antiguos portando cucharones gigantes no entendiendo que tiene que ver esta indumentaria con la reconquista de la ciudad hace unos cientos de años. ¿Será que Napoleón invitó a comer a los Franceses y los envenenó?

Me parece una de las fiestas más aburridas de la galaxia, similar al recuento de pelos que se celebra en mi planeta, Melmac.

Día 20 de Enero, San Sebastián. Tras el fiestón de cocineros borrachos de la noche anterior comiendo gusanos carísimos me explican que al día siguiente es lo mismo pero con niños...Yo paso de ver a niños borrachos comiendo gusanos, por lo que acepto la invitación de una guapa Terrícola para dar un paseo en bici, mecanismo que desconocía. Me engañó diciendo que era una actividad sencilla y que me gustaría. Con el frío mañanero no apetece pero me animo por la compañía, la promesa de comer gaaato para almorzar y otras cosas más libidinosas,ja!

Al ver la rudimentaria nave que ibamos a utilizar llamada muntanbaik casi me echo para atrás pero al instante pasa un gaaato gordo y ya veo que la cosa iba en serio, así que de un salto monto en mi nave y comienzo el avance mediante el giro de unas palancas que permite un lento avance...estos terrícolas no saldrán nunca de su planeta, pienso...

El sitio es sorprendente, con una mezcla de colores verdes y azules muy llamativa.

A los 0,0000013 Pársecs (medida de longitud de Melmac), la subida se hace dificultosa avanzando a pie...esto es in-Alfiano!!! Pero un poco más allá llegamos al punto más alejado con hermosas vistas de los confines de la región verde.

Desde el primer gaaato junto al vehículo motorizado no he vuelto a ver otra cosa para comer y pienso que es una artimaña para tenerme callado. Ahora la promesa es que tomaremos chocolate con churros al finalizar...que desilusión!

La terrícola maneja con mucha soltura la nave por este difícil terreno. Venimos desde la loma del fondo a lo largo de toda la cresta.

Solamente por disfrutar de estampas como esta merece la pena una visita al planeta Tierra. Según me explicó su pueblo se encuentra al otro lado de aquellos montes con forma de sierra.

La estrella de este sistema planetario al que pertenece la Tierra le quedaban pocos minutos antes de ocultarse pero no hay problema ya que nos queda poco para llegar al punto de partida...Vamos a comer Gaaato!

En vez de seguir el camino conocido que se encuentra con hielo y en sombra nos decantamos por seguir disfrutando de la cresta con luz.

Al fondo se puede ver el monte Larrún con sus antenas de comunicación.

La Terrícola gobernando la nave en las últimas campas de la ruta...al final no hubo gaaato pero si chocolate con porras que nos dejó con buen sabor de boca y un bonito día. Para la siguiente vez propondré usar el teletransportador en vez de la bicicleta.